¿Qué puede hacer una Profesional del Orden por ti?

Como este oficio no es muy conocido, existen ideas preconcebidas equivocadas. Por eso me parece importante detallar ciertos aspectos de la ética profesional de quien se dedica a la Organización Profesional:

• No iré a tu casa ni a reñirte ni a juzgarte: al contrario; si lees la sección Sobre Mí, descubrirás que yo misma he estado en tu situación o incluso en una más caótica. Pero no sólo eso; tengo muy presente (y cualquier profesional de la organización de espacios debe tenerlo) que no existe una cultura del aprendizaje en este aspecto en nuestra sociedad. No nos enseñan a eliminar lo que ya no necesitamos, ni a establecer hábitos y rutinas. Se aprende con el tiempo y, a veces, es necesaria cierta ayuda ya sea mediante lecturas o mediante el asesoramiento de profesionales. Y ahí es donde entro yo. A facilitar ese aprendizaje poniéndome a tu lado, no por encima de ti.
• No tiraré nada que tú no quieras tirar: una de las fases de la organización de espacios es la eliminación de las cosas que no usamos ni tienen un valor sentimental. Es, quizás, la fase más delicada porque nos cuesta desprendernos de nuestras cosas por diferentes motivos. Un profesional de la organización de espacios nunca tirará nada sin el consentimiento del propietario. De nuevo, nuestra labor en este proceso es acompañar y asesorar a nuestros clientes. Te enseñaré técnicas para que te sea más fácil descongestionar tus espacios y pararemos a descansar si sientes agobio.
• No soy terapeuta: esto es importante aclararlo. Hay personas que sufren trastornos de acumulación o pasan por el duelo de perder a un ser querido a las que les es traumático desprenderse de sus posesiones y recuerdos. Estos casos deben ser tratados por profesionales de la salud mental. Nuestra labor en estos casos, siempre y cuando la persona esté recibiendo pautas de su terapeuta, es acompañar y ayudar a seguir esas pautas. Nosotros, al no conocer el funcionamiento de la mente humana, no podemos decidir esas pautas ya que podríamos estar forzando cambios para los que el cliente no está preparado.
• No soy asistente de hogar: Aunque la organización y la limpieza pueden coincidir en algunos aspectos, una organizadora profesional no es responsable de la limpieza general del hogar o del espacio de trabajo. Su enfoque es más estratégico y enfocado en la estructura y el orden, no en la limpieza diaria. Claro que al vaciar baldas, cajones y demás, limpiaré las superficies antes de almacenar de nuevo y barreré la estancia al terminar, pero si además de organizar, quieres hacer una limpieza profunda del espacio y prefieres que la haga un profesional, ten en cuenta estas condiciones.
• No te haré comprar decenas de contenedores y cestas: siempre intentaré encontrar las soluciones de organización y almacenaje para el espacio con elementos que ya tengas en casa. En caso de que vea recomendable invertir en alguno de estos elementos, serás tú la que tenga la última palabra. No habrá sorpresas en el presupuesto final.
• No soy decoradora de interiores: Aunque tengo un buen sentido estético, mi principal objetivo no es la decoración. Si bien puedo sugerir cambios que mejoren la funcionalidad y la apariencia del espacio, mi enfoque es más práctico que decorativo. Aún así adaptaré mis propuestas a tu estilo decorativo.

En resumen, una organizadora profesional de espacios, o un profesional del orden, es una experta en optimización y orden, dedicada a crear ambientes que promuevan la funcionalidad y el bienestar, trabajando estrechamente con sus clientes para desarrollar soluciones personalizadas y sostenibles. No debe confundirse con roles de limpieza, decoración, o terapia, aunque su trabajo puede complementar estos campos.