Ética profesional

  1. No te impondré nada. No tiraré nada sin tu permiso, ni haré tus espacios minimalistas sin alma, ni te impondré hábitos o rutinas, ni decidiré nada sin tu aprobación.
  2. Tu intimidad y privacidad están a salvo conmigo. Nada de lo que vea, me digas o hagamos, saldrá al exterior (a no ser que te encante el resultado y quieras compartirlo). No haré fotografías de tus espacios si no quieres. No publicaré los antes y después de los espacios si no quieres y tus valoraciones no se publicarán si no quieres.
  3. No te mandaré correos para promocionar mis servicios. En esta web no te saldrán anuncios ni pantallas con promociones o para que te suscribas que tengas que cerrar continuamente.
  4. No discrimino a nadie a no ser que tenga conductas indebidas. Mis materiales incluyen a todos los tipos de familia y formas de convivencia, así como a todas las culturas.
  5. Fomento la equidad. Tendré en cuenta a todas las personas convivientes, su disponibilidad, energías y etapas del desarrollo para guiarlas hacia un reparto de tareas equitativo.
  6. Especial atención a la infancia. Mis materiales no tienen tareas por edad. No quiero que se le exija a ninguna persona lo que no está capacitada o preparada para hacer.
  7. Reutilizar como principio básico. Mis materiales están diseñados para ser reutilizados (algo que pondré a tu alcance a precios ajustados). Siempre intento reutilizar lo que ya se tiene en casa para los sistemas de organización. Desde cajas de cartón hasta muebles readaptados.
  8. Gestión de donaciones. Colaboro con asociaciones sin ánimo de lucro de ayuda solidaria o de fomento de economías alternativas. Te pasaré un listado para que elijas donde quieres que lleve las cosas que quieres donar.
  9. Trueque. Si crees que podemos convenir un intercambio porque para ambas partes es beneficioso, estoy abierta al trueque a cambio de mis servicios.
  10. Espacio seguro para personas LGTBIAQ. Mis materiales están escritos en lenguaje inclusivo. Respeto los nombres y pronombres que se me indiquen en formularios y entrevistas.
  11. No juzgaré tus espacios. El desorden no es sinónimo ni de fracaso ni de vergüenza. El desorden es parte de la vida y no pretendo que desaparezca para siempre. El desorden es esencial en algunos momentos. Mi propósito es que el desorden no te agobie porque sabes que lo podrás gestionar en el momento que tengas energías o ganas de hacerlo.